El origen de la dificultad para reconocer y satisfacer las propias necesidades y deseos.

 

En ocasiones, algunos padres en su afán de proteger a sus hijos hacen todo por ellos y para ellos, en consecuencia no les enseñan a reconocer sus propias necesidades y la forma saludable de obtenerlas, creándoles así un mundo diferente al mundo en que vivimos.  También hay casos opuestos, que los padres por negligencia o por no darse el trabajo, cuando  los niños solicitan algo para satisfacer sus necesidades y deseos los rechazan de mala manera, frases como déjame en paz, no molestes, etc.  estoy “ocupado” viendo televisión, cocinando, leyendo el periódico, hablando por teléfono son la respuesta a su petición.

 

Estos niños al ser adultos tratarán de satisfacer las necesidades que requieren la presencia de otra persona por sí mismos y como no tienen ninguna guía, los resultados serán nada agradables. Aprendieron a asociar el pedir ayuda con maltrato, ante esta frustración, su posición es: Si no puedo hacerlo yo misma(o), más vale que lo olvide. Prefiero no tenerlo, antes que pedir ayuda.

 

Cuando en la niñez nuestros deseos y necesidades fueron ignorados o desatendidos, en la adultez no se siente lo que es carencia de necesidades y deseos, no hubo conciencia de ellos!. De ahí el deseo de querer atender y ayudar a todo el mundo menos a nosotros; desde luego esperamos que otros hagan lo mismo por nosotros y si eso no sucede, hay enojo!, eso es codependencia.  También hay veces que ni siquiera esperan algo en retorno, son solo dar y dar.

 

Por otro lado, podemos decir que hay niños que consiguen todo lo que quieren pero casi nada de lo que necesitan, así terminan confundiendo las necesidades con los deseos. Familias con mucho dinero que les compran todo lo que desean a los hijos pero dejan de lado el aspecto de nutrición emocional y física, o sea salir a jugar al parque, ir a comer juntos a un sitio que a él le guste, ir al cine a ver su película favorita, decirles cuan orgullosos están de ellos y desde luego que los aman por ser sus hijos, no por lo que hacen esta fuera de contexto.

 

Más tarde como adultos codependientes carecen de conciencia de sus necesidades y solo experimentan deseos y desde luego continúan consintiéndose solamente en sus deseos e ignorando sus necesidades.

Estas personas como no tienen la menor idea de cómo satisfacer sus necesidades creen que el gastar dinero compulsivamente comprando ropa, automóviles, viajando, haciéndose tratamientos de belleza, llenará sus necesidades. Lo que en el fondo buscan es interactuar con otras personas, en este caso los vendedores, es así como obtienen la atención personal que necesitan, pero no lo saben.

 

Hay que aclarar que una persona que confunde las necesidades con deseos no es como la que no percibe sus necesidades (no sabe lo que necesita) pero ésta última tiene deseos sanos y aparentemente los conoce y los atiende.

 

Las que confunden sus necesidades con deseos  suelen perder el control y son propensas a caer en el juego o el gasto compulsivos, la adicción al sexo, comer demasiado, la bebida o las drogas pensando en satisfacer sus necesidades, lo que hacen es darse gustos en exceso sin siquiera pensar el daño que se están causando.

Les suena familiar esto:  quiero esto y no me importa cuánto cuesta. Necesito dejar de beber, darme una ducha e irme a la cama pero….. quiero una copa más y me la voy a tomar! Quiero esta droga porque la quiero y punto. Tengo que dejar de comer azúcar porque soy diabético pero… quiero  un postre! Las necesidades no importan, solamente lo que desean.

 

El desarrollo personal es un proyecto de vida, en el cual nos comprometemos con nosotros mismos a alcanzar la excelencia en todas las áreas para tener un equilibrio armónico que nos permita expresar a plenitud nuestro potencial como seres humanos y así vivir una vida llena de satisfacciones.

Un vida plena!

El Cuestionario de Oro te guiará a ello.