La herida de la traición en la niñez

Cuando los padres o cuidadores principales, por salir del apuro, hacen promesas a los niños y no las cumplen o no pueden mantener las que hicieron previamente, hace que los niños se sientan traicionados y por lo tanto les perderán la confianza. Hay que recordar que la mayoría de las veces para el niño los padres son héroes o heroínas, de acuerdo con sus perspectivas y sus expectativas, que por lo general son muy elevadas, pero no satisfechas. 

La herida emocional de la traición en la infancia también puede tener su origen en una traición o en un engaño de uno de los progenitores al otro. El niño la siente como si él la hubiera sufrido. Lo toma muy personal.

En cualquier caso, que se experimente traición, el niño percibe que no se puede fiar de nadie y la decepción lo lleva a no confiar.

La persona que ha sufrido la herida emocional de la traición en la infancia es muy probable que desarrolle la tendencia a controlar a los demás para protegerse del engaño y de la decepción. A diferencia del masoquista que controla para evitar sentir vergüenza o para no avergonzar a los demás, la persona que ha sentido la traición en su infancia controla para asegurarse de que tanto los demás como ella cumplan sus compromisos. Será un persona fiel y responsable.  

Otra característica es su carácter fuerte y enérgico. No solamente defiende vehementemente sus creencias, sino que espera que los demás acepten sus opiniones. En definitiva, le gusta decir siempre la última palabra. También encontramos su falta de paciencia, le molestan las demasiadas explicaciones peor aún si éstas son confusas o lentas.

Su tiempo vale oro y no lo van a perder fácilmente y basados en este concepto, a veces comen muy rápido y con ansiedad, no hay tiempo que perder.

Es enemigo de lo imprevisto, ya que podría causar que sus expectativas no funcionen de acuerdo con su plan. Esto dispara su nerviosismo que puede transformarse en agresividad en cualquier momento.

Dependiendo de la profundidad de su herida, la persona deseará tener el total control de cualquier situación, prever el futuro, es su manera de defenderse de una nueva traición. Trata de adelantarse a los acontecimientos. Sus pensamientos son un torbellino, comportamiento que le impedirá vivir con plenitud su presente. No es raro ver que mientras trabaja, planea vacaciones. Mientras está de vacaciones, resuelve problemas del trabajo mentalmente, un tanto imposible desconectarse de todo lo que pasa por su mente.

El delegar funciones no está en su vocabulario, ¡cómo confiar en esa persona! pero, por otro lado, no puede soportar que no confíen en ella. Para una persona controladora el saber que alguien no confía en ella es como que la han traicionado.

Para estas personas es fundamental que los demás la valoren como una persona responsable en la que todo el mundo puede confiar, así no desperdiciará oportunidad para hablar de su gran dedicación al trabajo y todas sus aptitudes. Su reputación es algo muy importante que defenderá por, sobre todo. Si alguien pone esto en entredicho, se sentirá ofendida y podría mostrar su cólera.  

En afán de salvaguardar su reputación como persona responsable, cumplidora y fiel no dudará en hacer cualquier cosa, así sea mentir.

Po otro lado también evade la realidad con excusas y justificaciones de su comportamiento cuando ha traicionado a otra persona, esto es inaceptable para ella y tendrá que negárselo a sí mismo.

Cuando hablamos de personas controladoras estamos hablando de codependencia, por lo tanto, les encantará organizar la vida de los demás, en especial hijos y pareja. Es muy fácil para ellas confundir ayuda con control, o podríamos decir que su afán de ayudar es más bien deseo de manipular y controlar. Ellas siempre saben lo que es mejor para los que las rodean. Cuando se hacen cargo de los problemas ajenos, se siente superior.

Una de sus principales características es no pedir ayuda ni admitir sus problemas, rara vez demuestra necesidad ya sea física o emocional. Prefiere mostrarse fuerte en toda ocasión por miedo a que aprovechen de su vulnerabilidad y puedan traicionarlo o hacerle daño.

La persona controladora no puede admitir la ruptura de un compromiso, ya sea material o afectivo, es por esto por lo que les resulta difícil separarse de su pareja cuando acaba el amor. Le aterra aceptar la idea de ser culpable, estaría traicionando su creencia. En este caso se ingeniará para que sea su pareja quien tome la decisión de separación, así será su pareja la mala de la película.

El desarrollo personal es un proyecto de vida, en el cual nos comprometemos con nosotros mismos a alcanzar la excelencia en todas las áreas para tener un equilibrio armónico que nos permita expresar a plenitud nuestro potencial como seres humanos y así vivir una vida llena de satisfacciones.

Un vida plena!

El Cuestionario de Oro te guiará a ello.

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