Aprender a quererse 

 

Nadie puede dar lo que no tiene. Lo fundamental para poder amar a otra persona es amarnos a nosotros mismo, si alguien no es capaz de quererse a sí mismo, no puede amar a los demás.

Qué significa quererse a uno mismo?

Es darse la oportunidad de descubrir el gran potencial y la grandeza que llevamos dentro.  Somos hechos a imagen y semejanza del Creador.

Significa ser honestos, especialmente con nosotros mismo y comprometernos a obtener la excelencia en nuestras vidas en todos los ámbitos.

Significa principalmente tener en cuenta nuestras necesidades, respetarnos y aceptarnos por ser quienes somos.

También es dejar de juzgarnos, de criticarnos, de compararnos con los demás.  Dejar de exigirnos ser diferentes de quiénes somos y romper con la idea errónea aprendida que tenemos respecto a nosotros. Es decir no ser duros con nosotros ya que esto condiciona nuestras vidas y nos lleva a vivir desconociendo lo valiosos que somos. A vivir una vida que no es la nuestra!

Quererse a uno mismo significa atrevernos a ser quienes somos, abrazando nuestra realidad aunque a veces no nos guste o no se acerque a lo que queremos que sea, porque acogiéndola y aceptándola podremos atravesarla y trascenderla.

Cuando aprendemos a amarnos nos apreciamos, buscamos nuestro bienestar y somos capaces de proporcionar bienestar a otras personas. Entonces elegimos para relacionarnos personas que también se aman y establecemos relaciones saludables que nos permiten ser quiénes somos y crecer y madurar de acuerdo con nuestro propio proceso, caminando a nuestro propio ritmo.

Es perder el miedo a perder, a depender de los demás, a vivir del qué dirán, a tomar en cuenta otros criterios y no el nuestro, es ahí donde comienza nuestro crecimiento como personas autónomas y tomamos las riendas de nuestras vidas.

Amarse es conocerse. No se puede amar lo que se desconoce. Poner conciencia de nosotros es rescatarnos de ese olvido que hemos hecho y vivir realmente nuestra vida.

Es aprender a cuidarnos y cubrir nuestras necesidades sin esperar que otros lo hagan por nosotros. Somos los responsables de nuestras vidas. Esa es nuestra prioridad.

Amarse es abrirse y liberarnos de los condicionamientos que nos mantienen prisioneros de nosotros mismo y atrapados en sentimientos caducos y negativos.

Es atreverse a ser quienes somos despojándonos de las máscaras que nos hemos colocado para agradar a los demás y conseguir que nos acepten y nos den su amor.

Amarse es aceptarse con nuestras capacidades y también con nuestras limitaciones, con lo que nos gusta más y con lo que no nos gusta.

Amarse es vivir aquí y ahora conscientes de nosotros mismos.

Estamos en este mundo para ser nosotros, para crecer liberados de nuestros condicionamientos y encontrar nuestro propio sentido y nuestro lugar en el mismo.  Para alcanzar la realización de todo nuestro potencial humano.

Así que sé cómo eres, sé tú mismo.  Abre tu corazón para encontrarte con quien eres, ese ser auténtico y maravilloso que vive dentro de ti lleno de posibilidades y que sólo puede expandirse si lo acoges, lo aceptas y lo abrazas.

Olvídate de lo que crees que debes ser y solo sé tú mismo, arriésgate a sentir lo que sientes, acepta y agradece tu vida. Limpia tus creencias de ayer y estrena tu nuevo yo, que resuene en tu interior con toda su fuerza, así dirás: “Este soy yo y así está bien, así me amo”.

Es en ese momento cuando uno comprende de verdad lo que significa quererse a uno mismo.

 

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