Lo más común es que tengamos muchos proyectos, planes, tareas, etc. Nuestra mente está siempre creando y por lo tanto llena de pensamientos de toda índole que poco a poco nos llevan a comenzar a trabajar en ellos con todo el entusiasmo del caso pero sin tomar en consideración que en realidad el ajetreo de la vida cotidiana, las obligaciones, el trabajo, los niños y el resto de tareas, nos hacen posponer no solamente nuestros sueños sino también lo que hemos comenzado aunque sea una simple tarea de conciliar nuestra cuenta bancaria, archivar documentos, escribir una carta, contestar una nota a un querido amigo, pasar a dejar ese recuerdo que trajimos de nuestra último viaje para alguien especial, terminar de leer el libro que comenzamos hace casi un año; así podríamos seguir enumerando algunas de las cosas que nunca terminamos. Debemos ser honestos con nosotros mismos y aceptar que lo seguiremos posponiendo para mañana y mañana para mañana hasta años más tarde darnos cuenta de que sigue ahí, pendiente!
¿Cómo influye esto en nuestras vidas? Lo que se pospone para terminar otro día, en otro momento, más tarde, no es más que un asunto pendiente para nuestro subconsciente. Al ser un asunto pendiente impregnamos en nuestro interior la falla de no haber terminado ese algo y de cierta manera dejamos un lazo con el llamado pasado que nos molesta y nos obstaculiza vivir en el presente y disfrutar de aquí y ahora.
Así que la próxima vez que vayas a comenzar algo, no olvides tener la plena convicción de que lo vas a terminar y verás no sólo lo bien que se siente el terminar una tarea, sino que podrás disfrutar plenamente de sentirte libre de ataduras.