Síntoma nuclear 3: la dificultad para asumir la propia realidad.
Del libro de Pía Mellody, la codependencia:
“Los codependientes manifiestan a menudo que no saben quiénes son. Creo que esa queja está directamente relacionada con la dificultad para asumir y poder experimentar lo que yo llamo la propia °realidad”. Para experimentarnos a nosotros mismos, debemos poder tomar conciencia de nuestra realidad y reconocerla.
Esta “realidad” tal como yo la defino, tiene cuatro componentes:
El cuerpo: lo que parecemos y cómo funcionan nuestros cuerpos.
El pensamiento: cómo damos sentido a los datos recogidos.
Los sentimientos: nuestras emociones.
La conducta: lo que hacemos o no hacemos.”
Todo esto representa la realidad de la persona que lo experimenta. Algunas veces nos cuesta ver, reconocer, interpretar, experimentar o asumir esta realidad porque la ocultamos por miedo a no ser aceptados o creamos una realidad ficticia en la hipótesis de lo que pensamos y sentimos.
Esto se origina en la niñez, cuando los niños son ignorados, atacados o abandonados, para evitar sentir lo que sentimos, aprendemos que más seguro es no expresar nuestros sentimientos, para no aceptar nuestra realidad por ser abrumadora. Más tarde como adultos codependientes, continuamos reprimiendo emociones, pensamientos o situaciones penosas.
En otros casos, como mecanismo de defensa, la actitud es no me importa, rayando en la falta de vergüenza de las actitudes o comportamientos. La vergüenza está asociada a una Autoestima no saludable.
El cuerpo: La dificultad en asumir nuestra realidad física la encontramos en nuestro aspecto personal: me queda bien, pero no lo admito, me veo bonita o guapo, pero tampoco lo acepto. Si son otras personas que me lo dicen les hago notar todos los defectos de mi aspecto o también se da el caso, no reconozco como estoy realmente y esto es muy difícil cambiarlo.
Estoy flaca(o), pero me veo gorda(o) o estoy bonita o guapo pero veo fealdad, o estoy en la seguridad de que estoy muy bien, aunque tengo muchísimos kilos de más. Estas personas probablemente cuando se vean al espejo verán otras personas que no son ellas.
El pensamiento: Cuando pensamos damos sentido a todos los datos que recopilamos a través de los sentidos, de todo lo que vemos, oímos, olemos, gustamos y tocamos.
Aquí se dan dos actitudes, tengo conciencia de lo que pienso acerca de algún tema, pero no lo diré si me lo preguntan, mucho menos hacerlo por iniciativa propia; o no sé lo que pienso y cuando me preguntan me quedo en blanco! El sentimiento es de confusión y no se puede decir nada.
Los sentimientos: Nuestra realidad en el campo de las emociones. Soy consciente de mis emociones pero si me preguntan qué siento, no lo digo, miento o niego lo que realmente siento. También se puede dar que no sabemos qué estamos experimentando.
La conducta: Nuestras acciones son nuestra realidad conductual. Aquí se da que recuerdo con claridad que hice o qué no hice, pero respondo con una mentira o digo que no recuerdo ya que no queremos reconocer el hecho. O por otro lado, después de haber incurrido en el hecho, realmente no lo recordamos para nada.
Como podrán ver el tema de la codependencia es algo muy sutil, se filtra en nuestras vidas sin siquiera nosotros darnos cuenta, es por eso que tener una mente abierta a todas nuestras actitudes es lo mejor que podemos hacer en nuestras vidas. Todo tiene su porqué y especialmente su para qué, el averiguarlos es nuestra tarea.
El desarrollo personal es un proyecto de vida, en el cual nos comprometemos con nosotros mismos a alcanzar la excelencia en todas las áreas para tener un equilibrio armónico que nos permita expresar a plenitud nuestro potencial como seres humanos y así vivir una vida llena de satisfacciones.
Un vida plena!
El Cuestionario de Oro te guiará a ello.