Hay veces en la vida que…

Hay veces que las cosas no salen como las planeamos, que la vida nos da sorpresas que sinceramente no esperábamos, que por ciertas circunstancias nuestro mundo se viene abajo! Si, se viene abajo, se desmorona ante nuestros ojos sin que podamos hacer nada al respecto más que ser espectadores. Es ahí donde nos vienen millón de preguntas y desde luego todas ellas sin respuestas, o al menos sin la respuesta que estamos esperando. Qué hacer cuando te has quebrado en mil pedazos por dentro y no sabes cómo recogerlos, cuando la esperanza se ha perdido, cuando pensamos que la vida nos ha dado un revés muy grande por alguna circunstancia!.

Creo que todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido así, perdidos, sin saber qué rumbo tomar, el que habíamos tomado no nos sirve, nuestras expectativas cambiaron, la vida nos dio otro rumbo, uno desconocido que no sabemos qué va a pasar, que no sabemos cómo manejarlo (como todo lo que nos es desconocido) quizás el miedo se convierta en pánico y desde luego el pánico nos paraliza, nos nubla el entendimiento porque no alcanzamos a comprender el porqué de muchas cosas y desde luego tememos un futuro incierto, como lo estuvo siempre! La diferencia ahora está en que es más notorio, destaca más y se nos hace más evidente. Y estamos ahí sin saber qué hacer, a dónde ir, a quién escuchar, qué seguir.  Aceptar lo que nos está pasando es fácil para los de afuera, pero no para nosotros; una cosa es decirlo y otra muy diferente vivirlo.

En mi opinión, basada en experiencia personal, lo que se podría hacer es entrar en el limbo que nos da la vida y desde ahí comenzar a transmutar el dolor que nos agobia. La Fe es una herramienta muy fuerte. Dios está ahí aunque no lo queramos ver, aunque estemos enojados con El, eso pasa, a El no le inmuta, nos ama no importa qué y siempre estará ahí para darnos su amor cuando estemos listos para recibirlo.  Hay un viejo adagio que dice, no hay mal que para bien no venga, es cierto, pero cómo ver el bien cuando uno está destrozado por dentro, cómo saber que nos viene un futuro hermoso, no! no lo sabemos, tenemos que agarrarnos de la Fe y del amor que Dios nos da y aunque en ese momento nos parezca lo peor que nos ha sucedido en esta vida, es la piedra que nos servirá de peldaño para subir al escalón siguiente, es el motivo oculto de nuestro cambio de vida y de empezar a valorar lo que realmente tiene valor, empezar a darnos cuenta de que la vida es muy frágil y que lo mejor que podemos hacer es vivirla, disfrutarla, escuchar a nuestro corazón y hacerle caso, vinimos a ser felices, el cómo es nuestra responsabilidad, es nuestra decisión, somos nosotros los que decidimos qué nos hace feliz y que no, que nos llena y qué no.

Comenzar a cuidar de nosotros, que es nuestra primera prioridad, es el principio, aunque parezca egoísmo. El hacer lo que nos da alegría es lo que nos llevará hacia adelante. Lamentablemente la rutina de la vida nos envuelve en un agradar a los que nos rodean, en realizar sus sueños y no los nuestros y es ahí donde confundimos que la felicidad está en hacer felices a los demás sin que nosotros contemos. Entonces cuando estamos transmutando nuestro dolor nos damos cuenta que hemos pasado mucho tiempo viviendo la vida que otros esperaban de nosotros y no la que nosotros hubiéramos decidido, nos encontramos agradando a todo el mundo con una rabia interior de hacerlo que nos molesta, con una ira contenida porque ni siquiera se han dado cuenta del sacrificio que hemos hecho sino que lo dieron por descontado, esos sentimientos son los principales componentes de la codependencia, de la que voy a comenzar a hablar desde la próxima semana.

Pero es muy difícil cambiar un patrón que hemos tenido por muchos años y es muy difícil también esperar que las personas sigamos siendo las mismas a través de los años. Darnos cuenta que la vida está en constante evolución es muy importante, todo cambia de la manera más sutil en nuestras vidas, esa es la evolución, un constante cambio en el que nos tenemos que meter nos guste o no. Desde luego que no nos va a gustar que las personas que en un tiempo fueron tan lindas con nosotros ya no lo son y lo tomamos personal sin analizar que ellas también tienen derecho a cambiar y que si en ese cambio ya no estamos nosotros como prioridad está bien, asimismo nosotros tenemos que tratar de hacerles ver a las personas que también hemos cambiado, que lo que hacíamos antes incondicionalmente para ellas, ahora lo hacemos para nosotros, ese es un cambio, eso es cuidarse. El aprender a decir no cuando lo queremos hacer.  Dicen que cuando decimos si y queremos decir no, muere una parte de nosotros, no sé si es cierto lo que sé es que la alegría de decir no cuando quiero decir no es increíble. Es parte de edificar tu Autoestima.

No esperes hacer cambios de la noche a la mañana, los cambios toman tiempo dependiendo de cuán arraigada sea tu creencia y de cuán dispuesto(a) estés a lograr ese cambio, eso determinará el comenzar a ver los resultados.

Así que mi consejo para quienes algún momento de la vida nos hemos sentido perdidos o desesperanzados es, vive el aquí y ahora, disfruta de lo que tienes hoy.  La felicidad son momentos en todos y cada uno de tus días, vívela, vívela como si fueras un niño.

 

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